Freelance, autónomo o empresa, ¿Cómo elijo entre las opciones que hay para emprender?
Elegir la estructura que mejor se adapta a tus necesidades al emprender un negocio es la base para poder empezar a andar. Freelance, autónomo o empresa suelen ser las tres opciones de estructura en España, todas son válidas y todas tienen ventajas y desventajas. Encuentra la mejor estructura para emprender según tus necesidades con nuestra encuesta.
Definiciones
El freelancer es un trabajador independiente que trabaja por su cuenta. Trabaja para otras empresas ofreciendo servicios profesionales y puntuales sin tener ningún tipo de exclusividad con un cliente o con una empresa.
El freelancer suele trabajar desde casa, desde su propia oficina o espacio co-working o incluso, desde una cafetería. No necesita de una estructura física significativa y muchas veces puede trabajar simplemente con un ordenador.
A nivel fiscal son considerados como autónomos: deben realizar facturas y pagar sus propias cuotas de la Seguridad Social.
El trabajador autónomo es aquél que se identifica como empresario individual, por cuenta propia. Esta definición también incluye a los freelancers. Hay muchos tipos de trabajadores autónomos y en este artículo nos focalizaremos en los que necesitan de una estructura inicial como una tienda, cafetería, centro, etc.
A nivel fiscal deben realizar facturas y pagar sus propias cuotas de autónomos de manera mensual en concepto de cotizaciones de la Seguridad Social.
Finalmente tenemos la empresa, que en este caso entendemos cómo sociedad de responsabilidad limitada (SRL o SL), aunque hay muchos más tipos de empresa. Este es el tipo de sociedad más extendido en España.
A nivel fiscal, tiene socios (mínimo uno), tiene nombre o denominación social, domicilio social (estructura), capital social (con un mínimo de 3.000 euros), objeto social (licencia para realizar las actividades determinadas asociadas al negocio), patrimonio social (como empresa y no de manera individual), constitución (estatutos y escritura pública firmada ante notario y presentada en el Registro Mercantil), entre otras obligaciones fiscales en las que tiene que tributar.
¿Cómo elegir?
Dadas las características básicas presentadas, ¿cómo elegimos la opción que más se ajusta a nuestras necesidades? Contesta las preguntas de nuestra encuesta y obtendrás el resultado que mejor se adapta a tus requerimientos actuales:
Encuesta
¿Necesitas una estructura física como un local o una tienda o una oficina para realizar tu actividad?
- Sí
- No
¿Te urge tener tu estructura fiscal constituida para poder facturar desde ya a tus clientes?
- No
- Sí
¿Dispones de capital inicial suficiente para poder invertir en la constitución de una empresa (3.000 euros, además de los gastos relacionados de escritura y registro)?
- Sí
- No
¿Te interesa proteger tu patrimonio personal de posibles embargos?
- Sí
- No necesariamente
¿Formas parte de un equipo o necesitas contratar a otros trabajadores para poder ofrecer tus servicios?
- Sí
- No, aunque a veces contrataré colaboraciones externas
¿Tienes o calculas tener unos ingresos superiores a 40.000 euros?
- Sí
- No
Resultados
Si has respondido mayoritariamente A,
Claramente debes pensar en constituir una empresa. Dispones del capital necesario para iniciar el proceso y tus necesidades necesitan de una estructura empresarial en la que puedas contratar a otros trabajadores. Con unos ingresos superiores a 40.000 euros es más tributarás menos como empresa que como autónomo. Especialmente dados los últimos cambios que se prevén para las cuotas de autónomos. Además, en caso de quiebra solo debes responder con los bienes de la empresa.
Si has respondido mayoritariamente B,
Quizá lo mejor en este momento es empezar como freelancer o como autónomo e ir creciendo poco a poco, viendo si las necesidades van cambiando según evoluciona tu negocio. Si eres freelancer puedes trabajar desde cualquier parte del mundo eligiendo los proyectos que más te gusten y puedes tener un horario flexible. Además, tienes ventajas durante el primer año de autónoma con una cuota muy asequible y es más sencillo llevar las cuentas, factura y registros contables que en una empresa, donde normalmente se requiere de un gestor.